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Otra muerte

Tránsito / Seguridad

Nadie queda exento de sufrir un accidente de tránsito, pero los veinticinqueños debemos llamarnos a la reflexión por el incremento de estos hechos policiales en los últimos tiempos.

Cierto es que si se trata de accidente, es algo totalmente evitable, pero con la voluntad de todas las partes.

Foto ilustrativa
Que aparezcan involucradas motos de bajas cilindradas o ciclomotores es cada vez más frecuente, con el consiguiente riesgo de vida para el o los ocupantes.

Al margen de los niveles de culpabilidad por estos choques, con autos, camionetas o camiones, se debe saber con claridad la prudencia a la hora de conducir, porque en muchos casos es compartida la responsabilidad.

Obviamente lleva la peor parte quien viaja en moto, con últimos ejemplos escalofriantes que terminaron con el accidentado en terapia intensiva. Entre la vida y la muerte, como el alma que termina de llevarse del adolescente Iván Casas (16 años).

Este último choque fue con una camioneta en el cruce de 28 y 12, con traumatismo de cráneo para el joven que de inmediato fue trasladado al Hospital Unzué, donde se produjo el deceso en casi 24 horas.

Se trata de una familia nuevamente golpeada, ya que otros dos menores del grupo fallecieron en agosto de 2009 en la fatídica 27 y su intersección con la 2.

El uso de casco, la atención al cruzar una calle, los controles de seguridad por parte del departamento de tránsito, la conciencia de respetar las normas, todo forma un combo que se debe articular para salir de la maraña.

Incluso, los costos de atención hospitalaria con recursos públicos es otro tema de preocupación creciente, cuando se desvían fondos que se deberían utilizar en otras causas.

El conducir rápido no te asegura llegar antes. Quizás te esperen para siempre. Esto es una reflexión dado que por momentos es más complejo manejar en 25 de Mayo que en las calles de otras grandes ciudades.