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Desinformación

Medios / Opinión

No importa el ámbito, al margen del impacto del medio por su área de cobertura.

Sin ser comparables, la muerte del fiscal afectado al atentado de la AMIA tiene puntos semejantes con las partículas de arsénico que afectan al agua en la vecina 9 de Julio, y que mantiene en vilo a los veinticinqueños por su cercanía.

Días convulsionados vive la sociedad argentina por el impacto institucional del caso “Nismam”, con fuego cruzado dado los fuertes intereses expuestos u ocultos desde las diferentes fuerzas políticas.

Lo que debió centralizarse en el plano netamente judicial, se expandió rápidamente hacia otros horizontes por sus repercusiones y consecuencias.

La competitividad por la rapidez noticiosa tiene en jaque a la actividad periodística, ya que en algunos casos la simpleza de constatación de un hecho lleva a la confusión o directamente a la desinformación.

El caso “Nisman” puso al descubierto nuevamente la falta de ética profesional frente al rigor informativo, con presunciones sin sustentos y análisis simplistas para llenar espacios de diarios, radios, televisión y webs.

Salvando las distancias, aunque también roza a la muerte, tuvimos recientemente en 25 de Mayo rápidas reacciones de vecinos cuando se reflotó el temido tema del arsénico en el agua potable.

Un material periodístico de hace tres años publicado desde la ciudad de 9 de Julio se tomó la pasada semana como si fuera actual, lo que provocó zozobra y angustia, con una rápida desmentida oficial.


El periodismo no está para hacer vagas conjeturas o futurologías impropias, el buen periodista sabe buscar y chequear material para informar de verdad.

En épocas donde lo que se recibe como información simplemente se copia y se lee o se pega en una página para su difusión (lo llamado copy paste), conlleva como mínimo la responsabilidad comunicacional de verificación de la fuente.

No corresponde pretender ser “más papista que el Papa”, la honestidad intelectual debe primar para evitarse las malas interpretaciones o intenciones con otros propósitos al margen de la real información.

La manipulación informativa generalizada confunde, aunque enhorabuena hay excepciones certificadas.