Deportes / Opinión
Una insólita definición por penales tuvo la semifinal del torneo veinticinqueño de fútbol, donde Argentinos le ganó a Plaza España luego que prosperara el reclamo de puntos por parte de estos último. |
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Resultó otro de los tantos bochornos que acumula en los últimos años el fútbol de 25 de Mayo, donde son notorios los intereses enfrentados de dirigentes por bronca, oportunismo o revanchismo.
La mala inclusión de un jugador tiene sanción, comprensible para una primera división, pero el hecho se repitió recientemente en una de las divisiones juveniles donde el fútbol debería ser diversión.
El nivel de intolerancia se corroboró una vez más a nivel dirigencial, tras pasar las cargadas hasta mal intencionadas entre algunos hinchas.
Este ambiente de mala onda se transmite a la hora de hablar con representantes de diferentes clubes, quienes sin querer dejan trascender el disconformismo a la hora de actuar por parte de propios y extraños.
Quedará en la historia que en menos de 15 minutos y luego de 12 penales, Argentinos ganara 5 a 4. La ronda original quedó 4 a 4, y en el mano a mano Plaza España también marró su tiro.
Es hora de otras responsabilidades y actitudes para el bien del fútbol local, caso contrario, cada institución seguirá en búsqueda de su resguardo sin importar lo que le pasa al vecino.
Con mezquindad e intolerancia, poco se puede avanzar.
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