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Qué esperamos?

No se debe llegar a extremos para solucionar falencias, estamos a tiempo todavía de evitar nuevas desgracias.

Nuevo cartel atacado por vándalos
El estado de la ruta provincial 51 en su cruce con las vías del ferrocarril a la altura del partido de 25 de Mayo es lamentable: baches profundos, huellas centrales, asfalto salido en los laterales y falta real de señalización.

Solamente se advierte de tremenda peligrosidad con dos carteles colocados recientemente a la vera del camino, de esos anticuados para los tiempos actuales y que de noche hasta pueden pasar desapercibidos para quienes no conocen la zona.

Se puede y se debe evitar cualquier grave accidente, estamos a tiempo de no sumar otros muertos ante semejante trampa.

Peligro real, estado de la ruta 51
No alcanza con las buenas intenciones de hacer contactos ante el gobierno provincial. 

Aunque desde la Dirección de Vialidad no surja una respuesta inmediato, no debemos soslayar que el problema es grave.

Hablando de dificultades carreteras, también hay otros tramos de esta ruta 51 con desniveles profundos y huecos cada vez más gigantes entre Saladillo y Chivilcoy, para tomar solamente el sector que cruza territorio veinticinqueño.

Otros baches

Hablamos de verdaderas trampas mortales.

La problemática se repite en diferentes sectores de la ruta provincial 46, dejando en las últimas semanas roturas de neumáticos y amortiguadores camino a Bragado.


Al listado se agrega la provincial 30, de vital interés para los intereses de Norberto de la Riestra y Pedernales.

El mantenimiento de las rutas es responsabilidad de la Dirección Provincial de Vialidad, pero la sagacidad política debe ser del municipio ante el gobernador Daniel Scioli

Igualmente, no con tanta severidad, aparecen las roturas del Acceso Moisés Lebensohn, el que repetitivamente presenta un desagradable aspecto para quienes llegan a la ciudad.

Las losas nuevas contrastan con las rajaduras añejas, las que se tornan riesgosas indistintamente los días de lluvia y en jornadas despejadas.

Una vez más se reclama, uno desea soluciones reales y rápidas.