Transporte / Opinión
El solo hecho de haberse anunciado el regreso del tren hizo que muchos recuperaran la sonrisa en 25 de Mayo.
El compromiso por ahora es que un tren de poco porte llegue hasta la cabecera del partido, para en un futuro todavía incierto se logre cubrir todo el sur veinticinqueño hasta unir el ramal con la vecina ciudad de Bolívar.
Dada las precarias condiciones de las vías y de otras infraestructuras básicas, gente cercana a la recuperación del medio de transporte ha hecho saber que las velocidades de traslado serán muy bajas.
No se conocen todavía detalles finos de frecuencias del servicio ni de costos de los pasajes, pero la utilidad principalmente para los habitantes de localidades del interior de Lobos y de 25 de Mayo será de enorme importancia.
Se usará una formación para 70 pasajeros, con una preliminar salida los viernes desde Capital Federal y regreso el lunes, con algún otro servicio entre semana.
Aparecen en las redes sociales algunas deducciones simplistas como las eventuales demoras para llegar a Plaza Constitución o las comodidades de los vagones que serán usados, pero la realidad hace que impere la óptica del “vaso medio lleno”.
Es una necesidad que los pueblos del interior cuenten con servicio ferroviario, por desarrollo y comunicación, por lo que el compromiso asumido ahora no deja ser valorable.
No se debe esperar la calidad ferroviaria de las décadas pasadas, nada es igual ni a favor ni en contra, aunque desde el optimismo nos esperanzamos en que lo futuro inmediato sea la punta del ovillo.
Se anunció la llegada del tren de pasajeros, debemos esperar que ahora se concrete y luego ayudar para que nunca más se pierda un servicio de tan vital relieve para la sociedad y su economía.
